En cuarentena

No sé qué le he hecho yo al 2014 pero no deja de darme la lata. Yo, que hace más de una década que no pillo una enfermedad que me haga encerrarme en casa, he caído con todo el equipo en las garras de la gripe. Incluso, he pasado un día con temblores cuando me subía la fiebre y con sudores cuando bajaba. Claro que, también es normal no haberme “librado” después de pasar una semana entera sin apenas salir de casa cuidando de otro gripòso, mi hijo Alfonso.

Y es que esto parece que está siendo una plaga; en la clase del peque, la semana pasada llegaron a faltar hasta diez niños a la vez durante varios días. La profe tenía que estar en la gloria con tanta paz. Podría deciros que tengáis cuidado pero, es inevitable que los niños estén en contacto o que los padres cuidemos de niños enfermos…De todas formas, yo ya tengo una nueva teoría sobre las enfermedades. Si es que no hay nada como una madre con experiencia para inventarse teorías super “científicas”.

Resulta que Alfonso se puso enfermo después de una semana en la que, por culpa de la lluvia, no pudimos ir al parque ningún día, ¿casulidad? Formamos parte del pequeño grupo de valientes que estamos en pleno invierno hasta las siete de la tarde en el parque. Si, digo del pequeño grupo porque siempre somos los mismos. Creo sinceramente que, cuanto más tiempo pasan los niños al aire libre, menos probabilidades tienen de ponerse malos.

Salvo en los recién nacidos, no creo que sea muy conveniente tener a los niños encerrados en casa cuando la temperatura en la calle es de 10 grados porque entonces habría países en los que la especie humana habría desaparecido hace tiempo. Y la verdad es que Alfonso llevaba sin ponerse enfermo más de 10 meses, cuando os conté toda la aventura de su colitis en pleno bautizo de Rafa. Pero oye, que esta es mi teoría y es posible que venga ahora un médico y eche por tierra científicamente todos mis argumentos.

Ilustración de Juan Botas para Child.

Y ahora ya me pongo un poco más seria con el tema y os doy algún consejito. Alfonso estuvo con fiebre cinco días y el Dalsy es lo que mejor le ayudaba a bajarla; yo sólo tuve fiebre alta un día y mucho mejor paracetamol que ibuprofeno. Tenéis que llevar al peque al pediatra si veis que la fiebre dura varios días o si creéis que el peque tiene dolor de oído o garganta, por si hubiera que darle antibiótico. Con Alfonso no hizo falta pero en el centro de salud nos encontramos con un compañero de clase del peque y a él sí que le habían visto infección de oído.

Y a mí lo que me parece fundamental es tomar muchos líquidos, sobre todo un buen zumo de naranja natural, es la gloria y es una inyección de vitamina. Y poco más se puede hacer con la gripe. A esperar, en mi casa esto no ha acabado porque Rafa anoche tenía unas décimas pero aún no ha amanecido así que no sé si el virus ha entrado en él pero sería lo más normal.