Si hay algo típico de Asturias es la sidra. Nuestra tierra es el único lugar del mundo en el que esta popular bebida, hecha con manzana, se escancia; supongo que a todas os suena pero, por si hay alguna despistada, se trata de una forma de servir la sidra para que adquiera un sabor característico. Y para conocer cómo de unas manzanas se consigue esta bebida, que se encuentra en cualquier en cualquier bar de Asturias, nos adentramos en Casa Trabanco, uno de los llagares más conocidos y que se encuentra en Gijón. Otro plan más para hacer con los niños en nuestra ciudad que además les hace aprender algo más sobre la cultura asturiana.
Para que os hagáis una idea, en Asturias se elaboran más de 40 millones de botellas de sidra durante el año, en unos 80 llagares repartidos por nuestra geografía. La mayoría están en Nava, Villaviciosa, Siero y Gijón. El 70% de la sidra que se consume se hace en nuestra propia tierra, lo que equivaldría a unos 50 litros de sidra por habitante. Casi nada. Conste que yo soy más de comida, vamos, de fabada. Como veis por las cantidades, lo de la sidra es más que una tradición. Daos cuenta de que en Asturias hay más de 500 variedades de manzana aunque sólo 25 producen sidra con DOP. Cómo se elabora la bebida asturiana por excelencia es lo que aprendimos este otoño en Casa Trabanco, un llagar que comenzó a producir sus primeros litros de sidra en 1925.
Conocer cómo se elabora la sidra
En Asturias, muchos llagares ofrecen la posibilidad de conocer cómo se elabora su sidra. Comenzamos la visita en Trabanco viendo más de 20 toneladas de manzanas, creedme que es llamativa la imagen para los peques. Allí estaban todas esas manzanas, esperando pasar por la trituradora. Os comento que, por ejemplo, en este lagar, hay distintos tipos de visitas a elegir, en función de las cosas que queráis hacer o ver. La visita Orígenes incluye el proceso de elaboración tradicional de la sidra natural, desde la trituradora hasta una degustación de sidra desde los propios toneles. Obviamente, los niños prueban la bebida en el proceso en el que todavía es zumo de manzana o sidra dulce. Y vamos, lo que les gustó. Bueno, y a mí, que me encantan las bebidas de frutas. Después, la sidra reposa durante otros 2 ó 3 meses en depósitos controlando la temperatura para que tenga lugar la fermentación de forma espontánea.
Nuestra visita, aparte de todo ese proceso, incluía conocer El Túnel de la Sidra, un túnel ferroviario construido en 1892, cuyo objetivo era servir como línea de transporte del carbón de la cuenca minera hasta el Musel, el puerto de Gijón. Aquel proyecto nunca llegó a ver pasar los trenes y guarda hoy casi dos millones de litros de sidra. Es un espacio estrecho, más bien oscuro con ligera iluminación en color verde, como el de las botellas de sidra, que guarda enormes toneles en los que te vas encontrando distintas frases relacionadas con la sidra y su historia. Eso sí, mis hijos, que son ellos muy de prao, lo que no quisieron dejar de hacer fue coger directamente una manzana de uno de los árboles de la enorme pomarada. Como buenos asturianos, ellos se comen las manzanas a mordiscos recién cogidas. Y antes de la entrada al túnel, subiendo unas escaleras de metal, está el museo familiar, donde se puede ver la maquinaria tradicional para encorchar las botellas, por ejemplo. Además, durante la visita aprendimos algunas curiosidades sobre la sidra.
Allí también ofrecen durante la visita una degustación de quesos y sidra, así como una explicación de cómo debe escanciarse la bebida. Rafa probó suerte y no se le dio nada mal su primer escanciado, como podéis ver en la foto. Eso sí, con ayuda. Asturias es el único lugar del mundo en el que la sidra se escancia. Y tiene su explicación: que el chorro de sidra impacte contra el borde del vaso, que se sitúa en posición casi horizontal, hace que el oxígeno del aire se mezcle con el carbónico de la sidra y, durante unos segundos, la sidra adquiere las características de una bebida con gas. También se hace para que los posos que tiene la sidra natural y que hay en la botella, choquen contra el cristal del vaso y se diseminen.
Hay un refrán que dice que «cuando pasas el Negrón, la sidra avinagra y sabe peor». El Negrón es el túnel de varios kilómetros que une Asturias con León y al que Melendi hace mención en su famosa canción «Asturias». Pues no sé si sabe peor pero, desde luego, la sidra con lo que mejor sabe es con un buen queso o una buena fabada. Y en eso, ya sabéis que en mi tierra, somos especialistas. Así que aquí tenéis otro plan para hacer con los peques en Gijón: conocer cómo se hace la sidra.
10 Comentarios
mamá puede
2 noviembre, 2017 at 7:29 amRecuerdo que a los niños les encanto lo de la sidra, bueno, como la sirven! Que probar no la probaron.
Y la visita me parece muy chula para hacer con los niños y que todos aprendamos un poquito
arantxa | en mi cajón de sastre
2 noviembre, 2017 at 9:16 amWow! Qué planazo!! Muy buena sugerencia. La anotamos para cuando volvamos a Asturias.
Carolina mamá ríe
2 noviembre, 2017 at 9:55 amRecuerdo que la primera vez que probé vuestra sidra me llevé un agradable chasco jejejej. Qué curioso!! Ahhhh yo había oído ese dicho.
Laila
2 noviembre, 2017 at 10:00 amMenudo planazo!! Me apetece mucho hacerlo con el peque, ¿Cómo me puedo enterar de horarios, disponibilidad…? Muchas gracias
nosoyunadramamama
2 noviembre, 2017 at 10:03 amTienes varios llagares (trabanco, castañon, bernueces,trole…), y tienen tarifas distintas porque las hay q incluyen comida, por ejemplo…
Planeando ser padres
2 noviembre, 2017 at 12:17 pmYo que no bebo nada, me aficioné a visitar bodegas con este hombre antes de ser padres y la verdad es que conocer los procesos mola mucho. Con decirte que en algunas catas me ponían mosto y agua como a los niños… Pues es buen plan este de la sidra.
diasde48horas
2 noviembre, 2017 at 12:42 pmTengo que confesar que nunca he probado la sidra asturiana (no me mates, plis)… y eso que dicen que gallegos y asturianos primos hermanos jeje.
Un sacrilegio, lo sé. La próximia vez que vaya por tu tierra la probaré sin falta
miren | de lunares y lunas
2 noviembre, 2017 at 2:12 pmpues mira, nunca lo hubiera pensado, porque cuando he visitado bodegas con mi nomarido, que era antes de ser padres, si había niños en la visita, mucha gente como que miraba mal, así que no pensé que visitar un llagar pudiera ser plan familiar… ¡gracias por la info! 🙂
Nuriabb
2 noviembre, 2017 at 10:49 pmMe lo apunto q somos muy aficionados a este tipo de visitas.
Madre Agua
6 noviembre, 2017 at 2:08 pmNosotros estuvimos este verano en Asturias y a los niños les encantaba ver como la servían.
Incluso nos trajimos unas botellas a casa para enseñar a los amigos, jaja
A los niños se les ve felices 😉
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