Iba por la calle, empujando el carrito de mi hijo pequeño, mirando hacia atrás a mis críos mayores, que caminaban despacio porque iban merendando su fruta. Era la hora de salida del cole, había mucho tráfico y más niños andando con sus padres por la calle. Y entonces, una señora que venía de frente a mí, me riñó por no ir mirando hacia adelante y casi chocar entre nosotras. Podría entender su cabreo si fuese contemplando el paisaje, mi móvil o si fuera corriendo. Pero no, iba a paso de tortuga controlando que mis hijos mayores no saliesen a la carretera. No creo que sea para enfadarse. Y si vienes de frente y ves el percal, te paras o cambias tu trayectoria, no es tan terrible. Yo lo hago si veo a una persona con movilidad reducida, a alguien que va cargado… no sé, por pura educación. Pero de repente, esos detalles te hacen ver la falta de empatía que hay por el mundo. Nadie se pone en el lugar del otro y entonces, todo parece molestar y la gente vive continuamente enfadada. Hemos llegado al punto en el que todo y todos estorbamos.
Y los niños, no sé por qué, especialmente. Las excusas siempre son las mismas: hacen ruido, lloran, hablan alto, a veces corren, son espontáneos y no saben comportarse. Y eso, es muy discutible. Lees la noticia de que una niña fue mordida por un perro al ir corriendo hacia él y los comentarios en torno al tema se refieren a la niña como culpable. Y no lo entiendo, es solo una cría de 3 años a la que tienes que vigilar pero no la puedes llevar amarrada sin moverse. Y te enfrascas en una absurda discusión con gente que sigue creyendo eso de «pues que no hubiera ido corriendo hacia el perro». Después, lees también que prohíben la entrada a niños en algunos restaurantes y obviamente, la idea te cabrea. Y aún te irrita más que la gente lo defienda. ¿Nos parecería igual de bien que prohibiesen la entrada a mujeres en general? pues seguro que era normal hace medio siglo y ahora nos parecería, cuando menos, un retraso. ¿Creeríamos normal prohibir la entrada a asiáticos?, ¿a grupos de más de 4 personas? Creo que no. Pero a los niños sí, lo aceptamos, todo amparándose en el derecho que tenemos los adultos a estar tranquilos en algunos sitios.
Y yo me pregunto, el que quiere estar tranquilo y que nada le turbe, ¿por qué no se queda en su casa? Que yo sepa, los niños suponen un porcentaje importante de la población mundial y, por si alguien no lo sabe, la Convención de los Derechos del Niño aprobada por Naciones Unidas en 1989 (y ratificada por España en 1990), reconoce en su artículo 31 el derecho del niño al descanso, al esparcimiento, al juego, las actividades recreativas, la vida cultural y las artes. Por tanto, este tipo de prohibiciones podrían considerarse ilegales al ser discriminatorias. Luego la gente se echa las manos a la cabeza con los colegios que separan niños y niñas, pero les parece super normal separar adultos de niños.
¿Van a prohibir los hoteles a la gente que arrasa en los buffets con carteles de «Prohibidas las personas que comen mucho»?, ¿van a impedir el paso en los hoteles a aquellos que se quedan con las hamacas de las piscinas que luego apenas usan? Venga ya, no es una cuestión de edad. Es una cuestión de educación, y lo mismo que hay niños maleducados, hay adultos maleducados. Así que, pongan normas en sus locales y si quieren silencio, o que la gente vaya vestida de tal o cual manera, exíjanlo a mayores y niños, pero no discriminen.
Hasta donde yo sé, un restaurante es un sitio para comer, donde la gente charla y donde, por cierto, me he encontrado infinidad de veces grupos de gente mayor haciendo mucho ruido. ¿Y qué?, ¿me tengo que amargar?, ¿tengo derecho a quejarme? Si no quiero jaleo, me quedo en casa, o me voy a un spa, a una iglesia o al monte. Además, ya somos mayorcitos y de sobra sabemos en qué garitos, locales, bares, restaurantes, hoteles… hay ambiente juvenil, de pareja, de gays, o de lo que sea. Y en la entrada no te pone»Preferimos que no entren heterosexuales».
En realidad, y para aquellos que estén pensando lanzarse a mi yugular bajo el argumento de que ya hay muchos sitios donde pueden estar los niños y que menudo problemón no poder entrar en unos pocos, diré que no, no es éso lo que me molesta. Es la idea de que los niños sobran, de que fastidian, la que me entristece. ¿De verdad no podemos soportarlo? Y no, no soy la típica madre que cree que sus hijos pueden hacer lo que quieran ni que los niños tienen más derechos que los adultos, no tienen ni más ni menos. Mis hijos también tienen límites y obligaciones. Pero como niños tienen una naturaleza distinta a la de los adultos, no son mejores ni peores. Y por supuesto, he salido de algunos sitios si he visto que mis hijos se han puesto tercos o de mal café. Y no pasa nada, empatía es lo que hace falta y en vez de mirar mal, se agradecería un ¿quieres ayuda?.
Hay una gran frase de Buda que resume muy bien lo que creo que está pasando a la gente: «Todo lo que te molesta de otros seres, es solo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo». Luego no nos quejemos de las nuevas generaciones si construimos nuestros mundo de espaldas a los niños. ¿Qué opináis sobre esto?
53 Comentarios
mamapuede
11 abril, 2016 at 7:42 amLa señora que se enfado contigo por casi chocarte con ella seguramente unos metros más adelante se enfadó con otra persona porque le rozaron las bolsas que llevaba de la mano… Es decir, hay gente que vive permanentemente con ganas de discutir.
Sobre los niños…ya lo hemos hablado más veces, los niños de por sí no molestan, hay veces que se ponen a llorar, que protestan… Pero ahí estás tú para calmarles no porque sean niños porque también vas a restaurantes muchas veces y la mesa de al lado llena de adultos es insufrible y ahí no hay nadie para calmarles.
Silvia
14 abril, 2016 at 3:17 pmYo lo único que quiero comentar cotra el artículo es lo de la niña y el perro, bien la niña no es culpable te doy la razón pero el perro mucho menos, la culpa es de quien tiene a la niña a cargo. Tu tienes hijos yo tengo perros y respeto y amo a amabos ahora bien yo voy con mi perro atado y con correa corta, viene una niña corriendo y yo lo tengo que soportar? Si enseñaran a los niños a actuar con los animales no iria corriendo, se acercaría despacio y preguntaria si se puede acercar o no. Y tampoco es normal que un niño vaya corriendo por la calle, ni gritando.. Porque a mi eso me molesta tanto de una niño de un perro o de ccualquier persona. Pero para el colmo hay esos papas dueños adultos que les dices algo y te muerden que su niño no se que que su perro o que su vida. Pues bien, hay que respetarse entre todos y hay que reconocer que los niños en bares y tal pueden ser muy molestos igual que en bares, pero de los niños no se pueden quejar pero los perros si no? Mi punto de vista no es que prohíban ni animales ni niños ni nada, si no conductas de cada quien, es decir si mi perro ladra y no soy capaz o paso de hacerlo callar que me tenga que ir, igual si un niño grita y no se calla. Asique no creo que sea defender a niños si no a todo ser vivo y castigarlos por malas conductas.
Anónimo
11 abril, 2016 at 8:07 amCompletamente de acuerdo… A mí me irrita mucho, sobre todo cuando llueve. Ir con el carrito y el paraguas es bastante difícil, y suelo ir a la orilla… Pues ya aprendí que yo de ahí no me muevo, a menos q la persona q venga de frente de verdad le cueste más q a mi moverme.
La lucha realmente la tengo con los amigos de mi pareja, somos los únicos con niños y cuando vamos a tomar algo, me ha llegado a pasar que se ponen en círculo y nos aíslan de ellos… Así que si los que son amigos hacen eso, a veces pienso que esperamos demasiado de las otras personas…
diana
11 abril, 2016 at 8:42 ampost perfecto, Carmen
BlogSerMadres
11 abril, 2016 at 8:55 amQué razón tienes. Aunque yo creo que hay gente que vive permanentemente enfadada y con ganas de discutir, todo les molesta; pero ojo con decirles tu algo que si te descuidas te muerden!
Me encanta la frase final que has puesto.
Un muy buen post que ojalá leyera la señora en cuestión y tantas otras personas.
Un abrazo guapa
Teresa (Tharasia)
11 abril, 2016 at 9:13 amMe encanta cómo has argumentado todo, así se habla.
Una mamá muy feliz
11 abril, 2016 at 9:22 amEs algo de lo que me queo constantemente, la falta de respeto y consideración que se le tiene a los niños. Esta Semana Santa, aquí que hay barullo en las procesiones pero no tanto como en un Sevilla por ejemplo, teníamos que llevar a UNMF en brazos porque a nadie se le ocurria pensar que de la mano llevábamos a un niño y lo iban pisando, empujando, arrastrando…un día me enfrenté a un hombre y le dije que andara con cuidado que había empujado a mi hijo y empezó…es que…¡es que qué!?…no lo saco de casa por ser un niño!? vamos hombre!!!!
Esto me pone de muy mala leche, pero muy muy mala leche…
Bea
11 abril, 2016 at 9:25 amMe quedo con la idea de la empatia y el respeto. En esta sociedad todo molesta, todo se critica, todo se juzga…y a veces con pocos datos y mal informados. Yo padezco la discriminación por todas partes, porque tengo un hijo muy movido, porque tengo dos perros y encima voy en bici por la ciudad. Resumen, paso de todo, de la gente rancia, amargada, que se queja por todo. Que seguro que después de decirte a ti que mires hacia adelante, a otro le diría otra cosa.
Solución, yo no me meto con nadie y paso del que se meta comigo.
Solazo
11 abril, 2016 at 9:48 amHoy en día todo molesta hija…
Irene
11 abril, 2016 at 9:51 amUfff, me enferma la gente a la que le molesta todo. Venga a quejarse, que parece que últimamente la culpa de todo es siempre de los demás. A mi me molestan muchas cosas de los adultos, adultos que con ciertos comportamientos demuestran que tienen bastante menos educación que mis hijos. Pero como son adultos sí se les permite por ejemplo hablar a voces por el móvil en un hospital, o no ducharse en días y subirse al metro… en fin…
En cuanto a los restaurantes, pues es tan absurdo como lo de no dejar entrar con deportivas en ciertos sitios «fashion». Me gustaría a mi ver la cara de un camarero si le digo que voy a reservar una cena de carta para 15 personas un martes por la noche y justo al final le suelto… «y dos niños». A ver si me dice que no (hummmm, esto lo tengo que probar)
María
11 abril, 2016 at 9:54 amMe gusta mucho tu post y estoy de acuerdo contigo.
El otro día a mi madre y a mí nos pasó algo parecido con dos señoras que ocupaban toda la acera, no dejaban paso porque llevaban carrito de bebé, que dejaron en el medio, mientras ellas estaban haciendo lo que más les gusta «criticar», pero encima se ofenden cuando les dices si te dejan paso, para no salir a la carretera con el peque, se ofenden y encima las maleducadas somos nosotras.
En cuanto a que los niños, ellos NO sobran, los que sobran los padres que no saben educar a sus hijos, los que pasan de ellos, los que no se molestan en vigilar lo que están haciendo.
Yo no veo normal que un niño esté rondando tu mesa en una sidrería y te coga una patata del plato, lo ves como una niñería, pero cuando lo hace en varias mesas más, se dedica a ir corriendo por todas las mesas, los camareros esquivándole y gritando sin parar, PORQUE SÍ, para mí ese niño es un maleducado, pero es que sus padres no se molestan en corregirlo y eso es peor.
A mí me da mucho coraje que mi niño se me ponga echo una fiera, que no haga caso y que se pille una perreta porque sí.
No me gusta que lo haga en un restaurante, en una tienda, en un médico o en casa. Pero para eso estamos nosotros, para explicarle que ese comportamiento no lleva a nada, y si continúa sabe que hay castigo.
Los niños son niños y deben comportarse como tal, lo que no tiene cabida es el mal comportamiento, pero eso va por los niños y los adultos, que no saben estar en ningún lugar.
Los niños sólo llevan poco tiempo en esto de la educación, pero los adultos ya tienen que tener más que dominado este tema. Pero cuantos más años cumplimos, más disminuye nuestra educación.
Espero poder educar bien a mi hijo para que se sepa comportar en casa o cualquier sitio y sobretodo para que cuando sea mayor siga conservando esos valores que creo que son muy importantes en esta sociedad donde prima el «hago lo que me da la gana».
Norgwinid
11 abril, 2016 at 10:02 amDesde que soy madre me he dado cuenta de que, efectivamente, el mundo no está pensado para los niños (cosa que no ocurre en otros países en los que he vivido, donde absolutamente todo gira en torno a ellos). Ya no es que impidan la entrada a los peques a restaurantes u hoteles (que conozco un par de sitios así), sino que hay lugares públicos sin la más mínima infraestructura, como la estación de Chamartín en Madrid, donde no hay un cambiador en ningún baño. Cuando la gente te mira de reojo porque le estás limpiado el culito a tu bebé en el suelo, junto a las máquinas de refrescos, te das cuenta de que algo falla…
Cool & Mum
11 abril, 2016 at 10:05 amTienes toda la razón, los niños cada vez molestan más a la gente y por eso cada vez los excluyen más.
El otro día en el metro una señora que se nos sentó enfrente se cambio en cuanto vio que tenía un bebé delante balbuceando(el mío) a la otra punta del vagón….
Y ya me han pedido amablemente que me vaya de dos restaurantes porque no esta permitida la entrada a niños.
Y en otra cafetería me dijeron que a partir de las 5 de la tarde nos teníamos que retirar porque empezaban a vender bebidas alcohólicas
Esta ciudad es muy pro niño y tienen mil cosas para ellos, pero luego está este tema que tú estás hablando que ciertamente me parece discriminatorio … En fin, donde vamos a llegar.
No sabía que en España ya hubiese restaurante que no permitían la entrada a niños??? Claramente retrocediendo vamos como los cangrejos …..
Shasha
11 abril, 2016 at 10:09 amEl problema como siempre no son los niños sino los adultos. Y no es necesario estar en un restaurante u hotel para verlo, vete a un parque y veras padres atentos a sus hijos aunque puedan estar hablando con otras personas y otros que estan en el bar del parque con su cervecita ignorando donde estan y que hacen sus hijos. Tener una niña de ocho años sentada en un columpio de bebes sin columpiarse con una cola de tres niños pequeños esperandose y los padres ni idea, le pedimos que si no se columpiaba que bajase para que se columpiaran los peques, que se columpiara en el de mayores que estaba libre nada de nada, al cabo de 10 minutos aparecio el padre diciendole que bajara (estaban haciendo el aperitivo).
El problema viene de inicio, ahora no quiero comparar a los peques con los perros pero un pitbull de por si no es violento todo depende de como lo hayan criado. Los niños no son maleducados de por si, son los padres que no han sabido poner limites, ni tener en cuenta a sus hijos.
Mi niña tiene dos añitos y muchas veces me han dicho en los restaurantes que se porta muy bien… Sinceramente yo no lo creo, se porta como una niña, pero tengo en cuenta que el tiempo que mi hija puede aguantar quietecita llega como mucho lo que tardo en comerme el primero y medio segundo, por tanto, no me entretengo, las sobremesas ahora las hago en la calle mientras bajamos la comida. Y si veo que es uno de esos dias que esta giradisima directamente busco un restaurante de comida rapida o que se que sirven muy rapido.
Todo es una cuestion de respeto, pero ultimamente se pide mucho respeto para uno mismo pero no se mantiene para el projimo
Isabel
11 abril, 2016 at 10:24 amNo se si lo has leído. En la versión digital del dirario El mundo, ayer venía un artículo al respecto y además citaba como ejemplo un resturante japonés que teneis en Asturias.
Yo desde que soy mamá soy mucho más consciente de todas estas cosas… y más reivindicativa también jajaja
Cuando hago una reserva en un restaurante, aviso de que voy con carrito, precisamente para que nos pongan en una mesa donde se estorbe poco. Una vez nos pusieron en plena corriente, yo no me corté y comí con el abrigo, ante la mirada asombrada de los camareros.
En Jaén, esta semana santa, en su restaurante nosotros tuvimos suerte y nos pusieron en una mesa en la que no molestábamos con el carrito, pero llegó una pareja con dos carritos (una silla de paseo y un capazo), cuando se fueron a sentar les indicaron otra mesa y les pusieron en pleno paso a los servicios. La pareja se marchó tras cambiar el pañal al bebé y sin consumir.
Espero que esto de «prohibir» a los niños en un restaurante no se ponga «de moda», porque me veo comiendo en el mcdonalds, en el telepizza o en la piscina de bolas…
No sin mis patucos
11 abril, 2016 at 10:34 amPues mira opino que se está perdiendo la educación y el respeto por todo. Esa señora directamente era para haberla mandado a freir esparragos porque si hubiera tenido la mas mínida delicadeza, como tu bien dices lo mínimo que debía haber hecho era apartarse para que tu pudieras pasar tranquilamente porque vas pendiente de tres niños.
Los niños son nuestro futuro, son lo que más debemos de cuidar. Está claro que hay niños mejor y peor educados, pero cuantas veces te ha tocado en un restaurante el típico señor gritón, por ejemplo, y no ha quedado más remedio que aguantarse.
Yo siempre intento ir a sitios donde se que mis hijos van a estar agusto y normalmente además se saben comportar, pero no podemos esperar que estén sentados dos horas o que no suban a veces un poco el tono o mil cosas mas.
Puedo asumir que haya gente a la que no le gustan los niños, pero entonces que sean ellos los que se aislen del mundo.
Un besote.
Ana
11 abril, 2016 at 11:20 amDe acuerdo en que mucha gente siempre esta enfadada y quejandose, y en el tema de la empatia…pero en desacuerdo un poco con la idea…y tengo 4niños y un perro!!! Entiendo que si vas al mcdonald’s por ejemplo, no puedas quejarte de que hay niños, pero creo que hay sitios que no son para niños en absoluto, y donde sí molestan. Tendria que haber empatia por las dos partes pues los niños tienen que hacer planes de niños.
El otro dia una cria de 5años venia a acariciar a mi perro y mi hijo le dijo a la madre que tuviese cuidado que a veces muerde a desconocidos, que mejor no le acariciase. Respuesta de la madre? Ayyy es que le gusta mucho acariciar a los perritos! Te estoy avisando (mi hijo para mas inri) y aun asi sigues…y encima si la muerde sera culpa nuestra…
No todo es blanco o negro y el tema niños tiene matices. A ti esta claro que es un tema que te crispa pq he visto que has hablado mas veces de el jeje. Sólo pido empatia por las dos partes, no solo por una!
mamaysuscosas
11 abril, 2016 at 11:33 amMe ha encantado el post!!! Yo es que tengo la idea hace años de que hay gente que sale a la calle a buscar bronca…si no es que no se entiende la falta de tacto y de empatía de la que hacen gala muchos y muchas!! Con lo fácil que es ser amable de verdad . . . En cuanto a los locales en los que no dejan entrar niñ@s, sin comentarios. Me parece ya el colmo de lo absurdo. Un beso guapa!!
M.F.M.
11 abril, 2016 at 11:44 amAlgo ha cambiado en la sociedad española, pues hace años este tipo de medidas ni se contemplaban. ¿ Menos tolerancia hacia los niños por parte de quienes no los tienen ? ¿ Niños muy mal educados, con padres que no saben – no quieren enseñarles normas de comportamiento en público ? Yo he vivido situaciones desagradables, producidas entre niños mal educados con padres que no aceptaban reproches por un lado, y personas quisquillosas en exceso por el otro , y el resultado, aún no estando directamente implicado, es el estropicio gratuito para todos de momentos de ocio y esparcimiento. Está claro que la solución idónea sería una actitud moderada y de mejora por parte de todos, pero….la realidad se impone, y por ello no resulta descabellada, aunque triste, la oferta selectiva de algunos hoteles, restaurantes, etc.
La frase de Buda….no es muy acertada .
Emma
11 abril, 2016 at 12:09 pmPues yo, siendo madre, y me parece un tema controvertido, la verdad. Lo de la señora por la calle, no tiene nombre, pero yo creo que el problema es, como ya dicen en algún comentario más arriba, que hay mucha gente en general que no tiene educación y no se la da a sus hijos.
Yo tengo hijos, pero me adapto a ellos, y no salgo a comer con ellos a sitios en los que tengan que estar sentados dos horas sin moverse. Porque sé que esto no va a pasar, y van a molestar a los demás. Sin embargo, veo a niños en restaurantes corriendo entre las mesas, gritando,…Viajo mucho con ellos, pero no les dejo por ejemplo que corran por un vagón de tren, griten, o peguen patadas al asiento de delante. Cosa que sí que hacen muchos niños, por desgracia, sin que sus padres les digan nada. Es más, si dices algo, los excusan, o te miran mal a tí (eso me ha pasado a mi en muchas ocasiones)
En mi opinion el tema es que como hay padres que no educan, al final los que sí lo hacemos pagamos el pato de que te veten en algunos sitios. Si todos los padres mirasen por los demás también, a lo mejor no habríamos llegado a este punto.
Otra cosa por supuesto son bebés, donde obviamente no puedes controlar que lloren o no, ellos no entienden. Me refiero a los niños que sí entienden.
Así es que en una sociedad como la actual, donde se ven tantos comportamientos de niños y padres que a mi me parecen mal, entiendo cosas como restaurantes donde veten niños, vagones de tren silenciosos u hoteles solo de adultos. ¿Quién quiere estar tomando el sol con un grupo de niños en la tumbona de al lado que te salpican, gritan y corren a tu lado sin que sus padres levanten la vista del periódico? Aunque tengas tus propios hijos, ¿quién quiere ir en un avión con los niños de otros padres pegandote patadas en el asiento, o gritando sin parar? Si yo me desvivo porque los míos no molesten al resto en la medida de lo possible, ¿por qué el resto de padres no hacen lo mismo?
¡Un beso!
Irina
18 abril, 2016 at 6:25 pmTotalmente de acuerdo contigo
M.F.M.
11 abril, 2016 at 12:28 pmAlgo ha cambiado en la sociedad española, pues hace años este tipo de medidas ni se contemplaban. ¿ Menos tolerancia hacia los niños por parte de quienes no los tienen ? ¿ Niños muy mal educados, con padres que no saben – no quieren enseñarles normas de comportamiento en público ? Yo he vivido situaciones desagradables, producidas entre niños mal educados con padres que no aceptaban reproches por un lado, y personas quisquillosas en exceso por el otro , y el resultado, aún no estando directamente implicado, es el estropicio gratuito para todos de momentos de ocio y esparcimiento. Está claro que la solución idónea sería una actitud moderada y de mejora por parte de todos, pero….la realidad se impone, y por ello no resulta descabellada, aunque triste, la oferta selectiva de algunos hoteles, restaurantes, etc.
Paula
11 abril, 2016 at 12:29 pmHola! Yo tengo tres niños, mellizas de un año y un niño de tres y tengo clarisimo que jamas se me ocurriria ir a cenar con ellos a Zalacain, por ponerte un ejemplo, les llevo a sitios donde se que vamos a estar todos agusto, porque se que son niños y ni ellos, ni nosotros, ni el resto de personas que esten en el restaurante van a estar agusto, porque no es un sitio para niños. Creo que como bien dices es una cuestion de empatia, pero por las dos partes, hay sitios a los que no se puede ir con niños y es de sentido comun, hay que saber educar a los niños para que sepan comportarse y el problema es que muchos padres dejan hacer a sus hijos lo que les da la gana y son como pequeños salvajes, asi que entiendo que haya sitios que hayan optado por no permitir la entrada a niños, nos lo hemos ganado a pulso con tanta falta de educacion.
ana
11 abril, 2016 at 12:52 pmLo del tema de la señora, de acuerdo cien por cien.Hay algunas personas que ven un carrito de niño por la acera, y parecen que ven un monstruo o algo así.A mi también me han pasado situaciones así.Lo del tema de los restaurantes sin niños, no estoy de acuerdo contigo.Hay sitios que no son para niños.No iría con mis hijas a ciertos restaurantes que van parejas en plan tranquilo,o gente a hablar de negocios..etc.Hay cientos de sitios donde puedes ir.Por supuesto que hay niños y níños, y que somos los padres los que tenemos que poner límites.
Blanca
11 abril, 2016 at 3:31 pmTotalmente de acuerdo. Tengo dos hijos. El mayor tiene dos años y el pequeño cuatro meses. Muchas veces, según donde vaya, dejo a alguno de los dos con los abuelos o con mi marido, pensando en que pueden molestar a la gente. Por ejemplo, si el médico es para el mayor, dejo al pequeño y viceversa. Y eso que hay más niños…pero algunas miradas, matan. Lo que peor llevo es subir al bus con el carro…porque normalmente tengo que pedir permiso para situarme en el espacio reservado y no siempre se apartan con agrado…y eso que a veces voy con un carro…porque si voy con dos… parece que la molestia sea mayor. Es en estas situaciones cuando ves la poca empatia de la gente y lo poco habilitados que están los sitios para ir con niños
Igual que tú, no creo que un niño pueda hacer lo que le dé la gana, pero pienso que tiene unas necesidades distintas a un adulto.
Una lástima que se piense así. También leí la noticia de los restaurantes que prohíben la entrada a niños y alucinaba.
diasde48horas
11 abril, 2016 at 5:33 pmPues yo estoy completamente de acuerdo contigo, la niñofobia que hay últimamente me pone de muy mala leche, pero mucho. Y desde luego, la reacción de esa señora con la que te cruzaste me parece de una mala edcuación impresionante, lo que tenía que haber hecho ella hubiese sido apartarse, que tú ya tenías bastante con lo que tenías.
Paula
11 abril, 2016 at 5:39 pmYo estoy totalmente de acuerdo contigo. Nosotros vamos de vacaciones a Tenerife, este año reforman 2 hoteles en Costa Adeje, pues ahora van a ser solo para adultos, ya no admiten niños, que hago con mi hijo de 6 años, que lleva años viniendo con nosotros y se porta bién y educadamente, mejor que algún que otro adulto? Madre mía no sé en que va acabar todo esto, ahora cuando salga los Domingos a algún restaurante tendré que mirar en la puerta si tengo algún letrero informativo que me impida entrar con el peke.
Cristina
11 abril, 2016 at 6:19 pmPues en vez de entristecerte, de poner el grito en el cielo, enojarte… puedes preguntarte, igual que yo lo he hecho, ¿ por qué hemos llegado hasta aquí? Yo creo tener la respuesta, espero que tú también.
Un saludo
Una Mamá Novata
11 abril, 2016 at 9:18 pmA mí personalmente no me molesta que algunos negocios hosteleros centren su política de marketing en las parejas sin niños o personas solteras. Me imagino que tendrán su tirón entre este público si se especializan tanto. Pero es verdad todo lo que dices en general sobre la poca capacidad de empatía de la sociedad hacia los niños. El otro día estábamos cenando en la terraza de un bar y el peque estaba «incordioso» y la mesa de al lado (todo parejas sin niños) nos echaba cada mirada… Me hicieron sentir muy incómoda y apurada (a Miguel le da igual porque es capaz de abstraerse)… ¿Y qué esperaban que hiciese? ¿Que abandonara el plato recién puesto o le tapara la boca con cinta aislante al niño? ¡Yo aguanto griteríos de adultos constantemente! Y bueno, ya si sales de paseo con niños y perro ni te cuento… ¡Y mira que nuestra perrita es buena que ni ladra!
correolacajitademusica
11 abril, 2016 at 10:17 pmEstoy totalmente de acuerdo contigo, no puedo añadir ni una letra más. Me parecen patéticas las políticas de exclusión, sea hacia las personas que sean (niños, mayores, hombres, mujeres, rubios, morenos…)
Ojalá algún día aprendamos que es mejor sumar que restar…
Gran reflexión, gran post!
Feliz día!
anale72
11 abril, 2016 at 10:33 pmCierto, sin ir mas lejos la semana pasada acabe en el autobus llamando inhumanas a tres señoras(por llamarlas de alguna manera con educación) por que segun ellas el sitio para ir con el carrito de bebe era para sus carros de la compra, increible pero cierto!!
maika
11 abril, 2016 at 9:49 pmSimplemente OLE! Hay gente muy amarga e intentar q todo el mundo sea negro
alejandra
11 abril, 2016 at 11:02 pmA mi me pasó una cosa que aún me cuesta creer que fuera real. Un señor invadió con su coche la acera para descargar maletas cerca del portal de su casa, íbamos con dos carritos y le dijimos si podia retirarse para pasar por la acera con los carritos y nos dijo que pasaramos por la calzada. Cuando le dije que no, que estaba mal aparcado, salió su mujer del coche ( tenían una hija adolescente en el asiento de detrás) y dijo que las madres de ahora eran muy delicadas y que no se iban a mover. Y yo que soy tonta por no discutir baje de la acera, pero ahora la pienso y lo que tenía que haber hecho es llamar a la Policía hasta que se quitaran…
Noa
11 abril, 2016 at 11:18 pmGenial!!!! 100% de acuerdo!!!!
raquel
11 abril, 2016 at 11:57 pmMe encanto el post, a mi un dia en carrefour a la hora punta que esta llenisimo de gente que ni se puede andar yo iba con mi niño en la sillita y mi niña de 3 años agarrada a la silla, pues como apenas podiamos andar a mi y a otras 2 mamas con carrito nos dice una señora: Tenian que prohibir entrar aqui con niños, yo le dije perdona??? Yo creo que tenian de prohibir entrar a gente sin educacion.
Te digo que me quede alucinada, sin palabras…
rosa
14 abril, 2016 at 4:05 pmComo trabajadora de carrefour que soy te puedo decir que molestan muchísimo más los adultos mal educados que los niños..
pequeboom
12 abril, 2016 at 9:10 amLa gente está más irascible que nunca, a veces alucino. Justo ayer desvié mi camino al trabajo porque unas pobres turistas no encontraban su embajada y estaban alucinadas!!!! Perdí 2 minutos máximo, ya llevaban un rato y la gente pasaba de ellas, en fin, volviendo al tema, estoy muy de acuerdo con lo que dices, el que no quiera ser molestado que se recluya en casa y nos deje vivir al resto.
Adriana
12 abril, 2016 at 11:16 amSuelo compartir contigo muchos puntos de vista, pero este en concreto no. Pero el problema para mi no son los niños sino los padres.
Por un lado, yo sí que creo que hay sitios y planes que no son adecuados para niños pequeños. Si llevas a niños pequeños a un restaurante en el que tengan que estar sentados y callados sin molestar mientras los padres se comen un primero, un segundo y un postre, y hacer sobremesa, eso es fracaso asegurado. Los niños se aburren, y por tanto, hay muchas posibilidades de que molesten a las demás personas. Y yo el respeto lo entiendo tanto del resto del mundo hacia mi y mis hijos, como de mis hijos y nosotros hacia los demás. A nadie le gusta comer con niños corriendo y gritando alrededor (o cosas peores que yo he visto con mis propios ojos) Pero es que yo creo que llevar a unos niños a determinados sitios y pedirles que estén quietos y sin hacer excesivo ruido mucho tiempo, es ir contra la naturaleza de los niños y no respetarlos. Así es que yo en mi caso prefiero adaptar los planes a ellos. Hacemos comidas más rápidas, o en sitios donde al moverse no molesten. Y me desvivo por entretenerles, claro está, y que ellos también se lo pasen bien. Que queremos hacer una comida más larga, pues buscamos sitios donde sabemos que eso es possible y que ni ellos ni nosotros ni el resto del restaurante lo pasen mal. Eso no quiere decir ir solo al Vips, ojo, pero a lo mejor llevarlos a cenar al sitio más in de moda de la ciudad no es la mejor opción.
Y luego, por otro lado, el problema lo entiendo como dicen ya por arriba en algunos comentarios. Para poder llevar a los niños a los sitios, hay que enseñarles a comportarse en sociedad y a respetar a todos los demás, niños y adultos. Como eso últimamente me da la sensación de que falla mucho, entiendo que algunos establecimientos o transportes opten por soluciones radicales.
Tema aparte es el de la gente intransigente y amargada, que por supuesto también la hay, y mucha. En esos casos yo soy de las que planta cara y defiendo a mis niños y lo que creo que está bien.
Madre Agua
12 abril, 2016 at 1:12 pmEstando en Oporto, visitando la Bolsa con Álvaro una señora embarazada se quejó de que no se estaba callado, pero no le dijo nada a un grupo de mujeres que no se callaban. Yo solo le dije que dentro de dos años estaría como yo y sería a ella a la que llamaran la atención.
De todas formas también reconozco que hay niños y niños, o más bien padres y padres, proque yo si veo que mi hijo molesta le llamo la atención y hay padres que están cenando tan tranquilos mientras que sus hijos están prácticamente en tu mesa, jajaja
Planeando ser padres
12 abril, 2016 at 2:54 pmYo no sé qué pensar. Si hay espacios solo para adultos, con no ir a ellos ya tengo suficiente. Otra cosa es que me digan que la niña no puede estar en el parque o en plena calle. Eso si me parecería un abuso. Pero con restaurantes, hoteles y demás, todos son negocios privados con su derecho de admisión, etc. así es que poco podemos hacer ahí. Y luego, existen esos padres desahogados del todo (y mira que yo soy flexible pero hay límites que no creo que vaya a pasar) que ven cómo sus criaturas se levantan a meter el dedo en el plato de otra mesa, o incordian al perro de un desconocido y con la excusa de que son niños, todo se les permite. Y sí, niños son, pero para eso tienen unos padres que deben educarlos y hacerles bien lo incorrecto de su comportamiento. Mira que la mía es un terremoto que avasalla con todo, pero nunca nos han llamado la atención por dejarla campar a sus anchas sin control. Al menos la gente ve que ella está asalvajada, pero que hacemos el intento de ir detrás solucionando lo que desarregla.
Almudena
12 abril, 2016 at 5:45 pmPues esa señora era una amargada y no hay q darle mas vueltas.
Yo discrepo de tu post en todo lo demas, hay padres que creen que pueden llevar a sus hijos a cualquier sitio, y no es asi, hay sitios que no son para niños. Yo conozco Fuente la Lloba y es un sitio espectacular, pero no es para ir con niños, a mi no se me ocurriria llevar a la mia, porque es pequeñito, un remanso de paz y alli no se sentiria agusto, yo tampoco y menos los demas cliente, que no tienen porque aguantar a un niño que no se porta bien porque no es un sitio para niños.
Respecto a tu opinion de que se pongan normas de comportamiento a mi eso me parece fatal, soy mayorcita para saber comportarme y para saber donde puedo o no llevar a mi hija, el problema son los padres que se creen con derecho de llevar a sus hijos a cualquier sitio y les dejan campar a sus anchas y que molesten a los demas, si todos tuvieramos mas empatia hacia los demas no habria que probibir la entrada a nadie, yo me preocupo de que mi hija no moleste, el problema es q mucha otra gente no. Tu llevarias a tus hijos a fuente la llova o aun restaurante de ambiente tranquilo?
sandra
12 abril, 2016 at 8:24 pmA mi me pasó hace un año en Valencia, estábamos pasando allí el fin de semana, y a las 9 de la noche entramos en un restaurante para cenar que estaba completamente VACÍO y al vernos con el niño nos dijeron que estaba todo reservado. La verdad, me hicieron sentir bastante mal.
Lástima que no me quedé con el nombre del restaurante, sino, le estaría haciendo buena publicidad.
Laura
13 abril, 2016 at 8:16 amYo estoy de acuerdo con el fondo de la reflexión pero lo cierto es que se ha llegado a este punto por la actuación de muchos padres (o más bien por falta de ella). Está claro que los niños son niños y por ello corren, saltan, chillan y tienen pataletas. Eso es inevitable. Pero también hay que tener empatía hacia quienes te rodean. Esa señora de la calle no la tuvo hacia vosotros, pero a veces quienes no la tienen son los padres con niños. A mi me ha pasado de ir en el vagón del silencio (preparo una oposición muy dura y el examen es en Madrid, cogí el vagón silencioso para repasar y descansar) y que unos padres con una niña de unos 5 años fuesen también en el vagón, la niña dando patadas al asiento, chillando todo el rato, cantando canciones de Frozen a grito pelao… Les llamé la atención y el padre se me encaró diciendo que era una niña, pese a que en ese vagón la norma absoluta es el silencio. Tuve que reclamar y les tuvieron que venir a echar del vagón porque no querían cambiarde. Y no es una anécdota aislada. No creo que sea comparable impedir la entrada en un sitio a negros o mujeres con niños, porque en la primera hablamos de personas adultas e impedir su entrada por esos motivos es discriminatorio de forma evidente porque implica presumir que el sexo o la raza imposibilitan a alguien para comportarse de cierta manera. En los niños el argumento es otro completamente distinto, y es que es todo sentido común. A mi no me molesta un niño que grite en un restaurante o que juegue en una plaza, todo dentro de los límites razonables. Y alguien ha comentado que quien quiera tranquilidad se quede en casa, pues yo precisamente en casa tengo de todo menos tranquilidad porque en el piso de arriba habita una pareja con tres niños salvajes que desde las 8 de la mañana a la 1 de la madrugada (no tienen horarios) corren, patinan, juegan al balón, dan golpes, arrojan objetos, tocan la trompeta y arrastran cosas como locos, y me tengo que aguantar porque son niños? Pues no. Todos fuimos niños pero yo por lo menos tuve una madre y un padre que me prohibieron ciertos juegos en casa (pelota, patinete y demás), que pusieron moqueta para no molestar a los vecinos de abajo con las carreras y que me enseñaron que en un restaurante no te puedes meter por debajo de las mesas de otras personas a gatear entre sus piernas como me ha llegado a pasar. Es cosa de educación pero cuando falta sólo queda la vía de la prohibición para garantizar la convivencia ordenada. Siempre hay que recordar eso de que mis derechos acaban donde empiezan los del otro.
Tatiana.
13 abril, 2016 at 9:43 amHacía tiempo que no escribía, (aunque te siga leyendo a diario).
El tema de los niños, tiene muchos puntos de vista, para mi es tan válido el dueño de un local que porque quiere centrarse en un sector no los admite, como los que si lo hacen o incluso están pensados para los niños. Igual que hay hoteles para adultos y hoteles orientados a familias con niños, yo creo que cada uno, tenemos que buscar nuestro sitio. Y yo al menos no veo normal, llevar a un niño a determinados restaurantes donde puede molestar a las demás personas que están pagando un montón de dinero por degustar una comida tranquilamente o comidas de negocios, (no hablo de sidrerias, hablo por ejemplo de restaurantes por ejemplo con estrella Michelín, o restaurantes con un «estar» no compatible con niños).
De todas formas, yo he ido con mi hijo a restaurantes tranquilos, porque se que el niño no se mueve, come, y va directamente a dormir la siesta en su silla, sino fuera así no me lo plantearía desde luego, más que nada por respeto al resto de comensales y trabajadores del local.
Y el tema de educación también trae mucha cola, no entiendo los padres que «aparcan» a sus hijos, bien en los parques, restaurantes o demás. Luego así salen los niños «sin límites», haciendo todo lo que les place sin respetar a otros, y líbrate de decirles algo, porque ahí, si que llega la madre/padre, enfurecida y defendiendo lo bueno que es su hijo. En fin, la educación de los hijos ya se sabe, por donde tiene que empezar, y es precisamente ahí, donde falla casi siempre.
Mami esto está chuli
15 abril, 2016 at 3:33 pmPrecisamente este fin de semana hemos tenido una experiencia de estas. Hemos salido de visje un grupo de amigos del cole con los niños. Ellos se hsn portsdo genisl pero sl llegar al hotel s las 6.30 de la tarde los niños armaron un pelin de ruido. Normal. Querían enseñarse las habitaciones unos a otros. Atencion las 8.30 de la tarde y llamaron al dueño porque en otras habitaciones estaban con la siesta y les molestaban los peques…
Apunto estuvimos de decirles que la siesta se duerme a las 4, no a las 7 casi. La excusa del dueño era que no tenan hijos… en fin. Yo voy donde quiero con mis hijos intentando que se porten bien.
llumecampiello
16 abril, 2016 at 9:43 pm¿Cómo que normal? No, no es normal. A los niños y niñas hay q enseñarles donde pueden hacer ruido y donde no: biblioteca, museo, restaurante, hotel….y si no somos capaces, la alternativa más coherente y lógica es no ir. Si tus hijos hubieran estado durmiendo la siesta en el hotel y ruidos les hubieran despertado, seguramente tú te habrías molestado igualmente.
Lai - Asi piensa mamá
22 abril, 2016 at 5:00 pmestoy completa y absolutamente de acuerdo contigo. Qué es eso de prohibir el acceso a los niños!!!??? Se ha perdido la empatia, se nos ha olvidado que son niños, y tienen derechos como los demás, pero van a necesitar más movimiento que los adultos. Se nos olvidan muchas cosas, habrá que recordarlas. Compart, me ha gustado mucho el post
No es lo mismo criar que educar |
21 julio, 2016 at 7:00 am[…] si un día tengo que castigar y nos tenemos que pasar la tarde en casa o no ir al parque, lo hago. Defiendo a los niños casi siempre, los adoro, creo que tenemos mucho que aprender de ellos, pero no me va la crianza […]
El auge de las bodas sin niños |
25 octubre, 2016 at 7:30 am[…] voy, con otro tema que da lugar a mucho debate. Recuerdo un post que escribí sobre niñofobia, que obviamente a algunas no pareció bien mientras que otras compartíais mi opinión de que […]
Marina
26 octubre, 2016 at 6:39 pmEstoy totalmente de acuerdo contigo. Hace poco leí un texto interesantísimo sobre los peligros de naturalizar la exclusión de los niños (en portugués): http://cientistaqueviroumae.com.br/blog/textos/proibida-a-entrada-de-animais-e-criancas-o-que-a-naturalizacao-da-exclusao-das-criancas-esta-produzindo-na-sociedade
Virginia Velasco Ovejero
16 octubre, 2017 at 1:00 pmMuy interesante tu post y estoy totalmente de acuerdo en que en esta sociedad en la que paradójicamente se necesitan mucho a los niños, con estos índices de natalidad tan bajos, sin embargo los padres nos veamos a veces tratados como parias. La sociedad y especialmente aquellas personas que libremente deciden no tener hijos que me parece estupendo debería mostrar un poco más de empatía hacia los que sacrificamos parte de nuestra vida para criar a los niños que van a pagarles las pensiones. Siento escribir una frase tan… probablemente incorrecta pero es que es la verdad nosotros hacemos un bien para todo el mundo y cuando yo me quejo a veces delante de compañeras de trabajo que no tienen hijos de situaciones discriminatorias que he vivido me sueltan un pues no haberlos tenido. Es increíble la falta de empatía que hay porque a nadie se le ocurriría decir a una persona en silla de ruedas que nos hubieran un autobús a mí sin embargo sí que me han dicho que no suban un autobús o no suba en el ave porque si no soy capaz de obedecer las normas que ellos ponen para utilizar el transporte entonces lo que debo hacer es no subirme a ellos. En RENFE tuve que viajar varias veces en Ave yo sola con el niño puesto que él y yo vivíamos en una ciudad diferente que su padre y conducir yo sola con un niño de 12 meses chillando podía resultar peligroso. Vivir situaciones realmente humillantes diría yo cuando me exigían que plegara la silla del niño pero sin sujetar ellos al niño porque ellos, me refiero a los del servicio Atendo no pueden sujetar niños. Tuve que comprarme un arnés para poder plegar la silla y que el niño estuviera a salvo en el andén y luego por supuesto están las miradas cuando estás intentando entretener a un niño de 12 meses 5 horas en un tren. Mi hijo es un terremoto ahora tiene 3 años y es capaz de entender que hay sitios dónde hay que estarse quieto pero con 12 meses era bastante difícil explicarselo. Las 5 horas me las pasaba yo jugando pero había gente a la que le molestaba que el niño se riera que cantará que ocasionalmente se escapara gateando por los pasillos. No comprendían que la alternativa sujetar al niño firmemente cima de ti si dejarle moverse mientras chilla como un gorrino en el matadero.
Yo puedo ser una persona muy vehemente escribiendo pero en realidad soy ese tipo de personas que siempre le da la razón al otro para evitar un conflicto, ese tipo de personas que siempre siempre obedece las normas y que siempre intenta no molestar. Vamos hablando en plata que de buena que soy soy tonta. He llegado a tener a cuatro testigos de Jehová tomando café en mi casa porque era incapaz de echarlos. Pues bien habré subido con el carrito al autobús 15 veces entre mis dos hijos de ellas os aseguro que por lo menos 7 me han echado la bronca. Como comprenderéis para una persona como yo que le echen la bronca en público resulta super vergonzoso la última vez a pesar de pedir disculpas reiteradamente el conductor estuvo 6 minutos de reloj echándome la bronca delante de los demás pasajeros. Que había hecho? Me había metido en el autobús con las puertas abiertas mientras estaba estacionado y por lo visto está prohibido meterse en el autobús cuando el conductor no está dentro por si el autobús mágicamente sale andando. Según el señor conductor es una medida opia de seguridad desde luego no está novia porque más interés por la seguridad de mi hija que yo no tiene nadie. Y sabéis porque lo hice? Porque he recibido tantas broncas al subir en el autobús porque estorbo que pensé que subiendo antes que nadie tendría tiempo de colocarme correctamente en el hueco para sillas de ruedas y anclar el carro de mi hija y pagar antes de que el autobús arrancara. Soy de dos ciudades distintas y en una me han echado la bronca por subir por delante en otra por subir por detrás, otra vez por subir por detrás sin avisar antes por delante al conductor de que iba a subir por detrás, por tardar mucho en salir cuando el conductor había dejado el autobús aparcado a una distancia de la acera exacta a la distancia entre las ruedas delanteras y traseras de mi carrito, ya sabes lo que esto significa no podía ir para alante ni para atrás me quede encajada, por no anclar el carro e ir a pagar dejando el carro solo, en esta ocasión le dije al conductor que ni de broma dejaba yo el carro solo y me dijo que yo no era mejor que nadie, también por obstruir el paso y no dejar salir cosa que era falsa los que no dejaban salir eran otros pasajeros que querían entrar a toda prisa antes de que el autobús cerrará las puertas a pesar de que quedábamos muchas personas por salir. Cuándo expongo mis cejas a un amigo que conduce autobuses me dice que claro es que si la norma es subir por delante tengo que subir por delante si la norma es pagar nada más entrar tengo que pagar nada más entrar aunque esto sea virtualmente imposible, es decir yo me tengo que adaptar a las normas no las normas a mí, pero vamos a ver acaso no hay una rampa especial para las personas que van en silla de ruedas? Es tal la sensación de vergüenza y humillación qué sentido que nunca más volveré a subir en autobús es una de las muchas fobias qué puedo fumar en mi currículum. Me parece genial que las personas de movilidad reducida tengan facilidades para utilizar los mismos medios de transporte que usan las personas de movilidad normal pero me gustaría ver a los señores conductores empujando un carrito subiendo y bajando al autobús a ver qué movilidad sienten ellos porque yo me siento con una movilidad bastante reducida. Y pensando en estas personas desagradables intento no odiar las y desearle solo cosas buenas ya sabes que D te de muchos hijos y ha ser posible fuertes sanos y retozones mellizos y que tengas que subirlos tú solo a un autobús al ave directamente no te van a dejar.
Virginia Velasco Ovejero
16 octubre, 2017 at 2:53 pmY lo siento llumecampielo no puedo estar más en desacuerdo contigo. Desde luego a los niños hay que enseñarles dónde pueden hacer ruido y dónde no pero para eso tiene que ser posible que vayan a esos sitios desde muy pequeños y eso te lo dirá cualquier psicólogo o pedagogo. La única forma de enseñar a los niños a comportarse en sociedad es que vivan en ella pero mientras son muy muy pequeños hay que tener paciencia con ellos como la tuvieron contigo cuando eras niña. Si queremos que los niños aprendan a amar la música clásica amar la poesía amar la literatura incluso si queremos enseñarles un comportamiento responsable con el alcohol los niños tienen que estar presentes en todos esos lugares y cuando nos vamos de tapas con amigos. Excluir a los niños y por tanto a sus padres no nos olvidemos del resto de la sociedad no es bueno y me parece asombroso que se vea así vamos a llegar al extremo de los americanos que tienen urbanizaciones para familias urbanizaciones para solteros urbanizaciones para solteros con perro. Pero vamos a ver a qué extremos estamos llegando nos hemos vuelto todos locos!
Aida
22 mayo, 2020 at 12:58 pmBuenas, tienes mucha razon pero referente al tema del perro en mis carnes he vivido cada cosa que te asustaria… Yo tenia un perro con problemas de ansiedad y miedo pero que con la familia era un amor, un dia iba yo por la calle y una señora que iba con una bebe que no llegaba a los 2 años se nos para delante y le dice a la niña dale un besito al perrito y yo alucinando, mi perro con una correa corta y un bozal y era un bull terrier no era un caniche, pues bien el perro en ese momento fue tan consciente que solo se hecho para atras y se metio entre mis piernas y el carrito pero te aseguro que han sido los 60 segundos mas largos de mi vida, alucine como madre, jamás se me ocurriria decirle algo asi a mi hijo y menos cuando es mas que evidente que es un perro no sociable, aun en shock le solte a la señora pero que esta haciendo señora por el amor de dios? Y encima se indicno con migo, apoyo a la chica que vomentaba que el problema es de los padres al educar a los niños no de los niños que solo ven un peluche gigante sin maldad alguna pero es que hay padres que es para darles un premio a la inteligencia ya que luego si pasa algo o solo el perro salta y tira a la niña al suelo quien es el culpable?
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