En esto de la maternidad no hay fórmulas mágicas; quien diga lo contrario, miente. Cualquiera que sea madre de varios hijos sabe que cada uno es de una manera, aun teniendo los hermanos muchas similitudes entre ellos y aunque, en algunos aspectos, nos funcione lo mismo con unos y otros, que también ocurre. Pero no, no hay ningún consejo, ni fórmula que sirva para todos los niños. Eso sí, hay cosas que pueden ir bien a muchos de ellos. Por pura lógica. Y aun así, tampoco funcionan siempre. Pero por si sirve a alguien, aquí van dos cosas que intento hacer siempre que mis hijos entran en trance o pierden los papeles y están a punto de hacer que yo los pierda:
1. Ponerse a su altura: y no me refiero a ponerse a gritar, a llorar o a patalear como hacen ellos. Ojo, como plan de choque puede funcionar. Vamos, sé de unos que se puedan quedar con los ojos como platos si me pongo a berrear o me tiro al suelo pero, con sinceridad, a la tercera, me mandarían al carajo y no me tomarían en serio. Me refiero a que, lo primero que hay que hacer cuando un niño está en fase “muñeco diabólico” es hablar con ellos a su misma altura, que tengan contacto visual directo con nosotros. Uno, porque los adultos rebajamos el tono de voz cuando nos agachamos para hablar con los críos. Y dos, porque el niño siente cercanía y se vuelven más receptivos. Y no, no es ninguna chorrada.
Imaginaos que tratáis de discutir, convencer, disuadir a alguien muy alto, no a quien te saca diez centímetros sino a alguien a quien no sois capaces de alcanzar por mucho que estiréis el brazo y a quien tenéis que hacer esfuerzos por verle los ojos. Pues más o menos esa es la proporción con los niños pequeños. Esto funciona a veces, otras no. Pero desde luego, si quieres dialogar o relajar a un niño que está enrabietado, desde la distancia y a gritos, es difícil conseguir algo. Y lo sé por experiencia, que soy la primera que a veces pierde los nervios.
2. Distraerles: creo que esto es de cajón pero que en momentos de caos ni te planteas. El otro día teníamos a Rafa obcecado con un juguete de Alfonso que acababan de regalarle por el cumple. Antes os diré que Ricitos de Oro es muy absorbente con su hermano mayor y que no le da un respiro. El caso es que se cierra en banda, pide las cosas llorando y la verdad es que resulta molesto. A nosotros y al pobre Alfonso, que tiene una paciencia infinita. Así que, cuando no ha funcionado el punto que mencioné anteriormente, paso a la segunda fase: llevármelo a otro sitio donde estemos solos y buscar algo que pueda hacerle olvidar aquello por lo que estaba sufriendo. Justo ese día que os cuento, había globos colgados de un árbol y funcionó y no volvió a acordarse del juguete. No siempre hay algo a mano y no siempre les interesa lo que les ofreces. A Rafa consigo distraerle con algo de comida, ahí tiene su punto débil 😉 Pero lo dicho, no es infalible.
Si es una rabieta, de las que se pueden pasar minutos y minutos berreando a pleno pulmón, y una vez fracasado el diálogo y el intento de distracción, lo mejor es alejarles de sus hermanos u otras personas y esperar con ellos a que se les pase. Y si no es rabieta, muy a mi pesar, llego a la tercera fase de advertir que habrá castigo, que básicamente es dejar de hacer algo que les gusta. Hace tiempo que no llego a esta fase, creo que estoy mejorando. También ayuda la vuelta al cole y a las rutinas 😉 ¿Qué hacéis vosotras cuando la cosa se va de madre?
47 Comentarios
Cuestión de madres
6 octubre, 2015 at 8:18 amContar hasta 10 para calmarme yo primero (enseguida me altero y necesito soltarlo por algún lado) y luego busco la raíz del conflicto e intentamos solucionarla o encontrar cómo solucionarla… claro, ya son más mayorcitos y eso se nota pero… aún me queda mucho por mejorar.. eso sí, gracias a una charla que fue con Laura de Mis trucos para educar he cambiado bastante y me estoy leyendo el libro El Cerebro del Niño y ya voy aprendiendo a conectar los dos lados del cerebro cuando entran en modo desconexión 😉
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 1:31 pmFundamental contar hasta 10!!! es frustrante pedir algo y que no te hagan caso, que se empeñen en que no quieren alguna comida, que discutan por lo mismo todos los días…jajaja, me hace gracia lo del modo desconexión!! es que a veces es tal cual!!!!
marigem
6 octubre, 2015 at 8:18 amJajajajaj, ese ricitos de oro!!! Con el mío pequeño funcionaba genial lo de distraerle(con comida no, él no ha disfrutado de la comida en su vida) pero la mayor tuvo una fase de perretas horrible en la que nada funcionaba, a veces me apetecía llorar amí,jajajaja. Al final se le acababa pasando y aceptaba cualquiera de las mil opciones que le había ofrecido antes, generalmente la primera o la segunda.
Un beso.
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 1:35 pmjajaja, a mi con Rafa me pasó a finales del verano pasado, cuando empezó la guardería y embarazada de 7 meses, fue terrible!!!!! y además es que es muy protestón, a la par que gracioso! Si al final, cuando son pequeños, sabes que se les pasa…lo malo realmente será cuando tengan 15 años, me da terror esa edad!
petitmoon
6 octubre, 2015 at 8:19 amPues más o menos lo mismo, intentar no perder los nervios y cuando tienen esta edad, alrededor de tres, cambiar de tema y distraerlo rápidamente antes que el brote esté instaurado. La verdad que muchas veces acabo gritando y haciendo yo el brote, al final es intentar encontrar el equilibrio, como todo en esta vida 😉 Besitos
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 1:37 pmPues sí, es que hay situaciones muy tensas, y más cuando hay otros hermanos que, como el mayor en mi casa, tiene que ceder tantas veces… por eso no quiero que el mediano se salga siempre con la suya, es difícil encontrar el equilibrio!!!! hay que hacer un ejercio enorme de paciencia!!! besines
Marta
6 octubre, 2015 at 8:24 amYo lo hago así, y funciona. A ver, que mis hijas tampoco son malos bichos, pero cuando una se obceca en un juguete de la otra, o que una le coge algo a la otra, aunque no esté jugando con eso en ese momento… Además, a la mayor intento enseñarle trucos para que si le coge algo su hermana y quiere que se lo devuelva, la tiene que distraer con otra cosa, o simplemente ignorar que ha cogido ese juguete.
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 1:43 pmLa verdad es que funciona muchas veces!!! les pasa mucho, que uno coge un juguete del otro y se lía! me imagino que con la edad, esos conflictos van disminuyendo pero surgirán otros… y los niños, de pequeños, son también más impulsivos… Eso que haces tú se lo digo yo al mayor mil veces, que no se agobie cuando su hermano le coja algo porque lo dejará en cuestión de minutos al ver que no tiene interés!!! pero oye, le cuesta!!!
yademasmama
6 octubre, 2015 at 8:55 amSon buenos consejos, yo los aplico y me funcionan. El de distraer sobre todo, ese me ha valido casi siempre. Yo añadiría hacerle reur con algo (que es una variante de distraer) y que también funciona muy bien. Y sobre todo, empatizar y hacerles ver que sé lo que sienten. A mi hijo suelo decirle «realmente estás cansado, ¿verdad? ¿Por eso lloras?» Y me da la razón entre lloros. Creo que lo más importante es que como madres y padres no perdamos la paciencia, muchas veces las rabietas empeoran porque ponemos el grito en el cielo a la mínima. Yo sigo trabajando en esto último 😉
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 1:45 pmsiiii, yo hasta a veces empiezo a hacer cosquillas; unas veces funciona bien, otras ya tienen tal grado de ofuscación que les da igual!!! pero en general, estas dos cosas hay que hacerlas aunque a veces estemos ya a niveles de aguante al límite!! Porque claro, cuando son dos los que se ponen a berrear y ninguno cede, te apetece mandarlos a otra casa!!jaja…al final, paciencia y más paciencia!!!
mamapuede
6 octubre, 2015 at 9:03 amPues más o menos cómo tu. Para mi es fundamental ponerme a su altura, para nada es una chorrada y funciona muchísimo.
Por supuesto los niños también tienen días malos, igual que nosotros y poco a poco irán controlando sus emociones pero hay que estar junto a ellos para que aprendan e intentar hacer nosotros ese ejercicio de contención a la hora de gritarles
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 1:48 pmPues sí, suele funcionar! porque al final, con el día a día, les sueles hablar sin pararte delante de ellos, así que cuando lo haces, son más receptivos! Ahora que Gonzalo tiene año y medio, en tu casa empezará a animarse le cotarro 😉
Una mamá muy feliz
6 octubre, 2015 at 10:09 amYo siempre me pongo a su altura para hablar con él y dialogamos no doy órdenes ni ejerzo autoridad.
Y cuando está enfadado por algo me funciona genial lo de desviar su atención. UNMF no es de rabietas, puedo contar con los dedos de una mano las que ha tenido…
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 1:53 pmYo reconozco que cuando solo tenía a Alfonso, tenía una visión de la maternidad muy edulcorada..incluso cuando ya habían nacido los dos mayores… Para mí, los nervios empezaron a surgir cuando Rafa tenía año y medio y Alfonso tres y medio, y aquello empezó a ser discusión tras discusión por juquetes, por hacer algo el primero… y al final tengo que poner orden sí o sí. Y espera, que Gabriel ahora está al margen pero en medio año o un año, estaremos en las mismas… Las broncas se dan más cuanto menos tiempo se llevan los hermanos; cuando tú tengas tu segundo 😉 el mayor ya tendrá 4 años y los conflictos serán menores… yo estoy convencida de que Gabriel tendrá más líos con el mediano que con el mayor sencillamente por la edad que se llevan…
Y las rabietas yo creo que van muy en función del carácter, Alfonso apenas ha tenido pero rafa tuvo una época malísima…es una expresión de su frustración.
Mama Puñetera
6 octubre, 2015 at 10:35 amEs super importante saber como gestionar estas situaciones. Y si ya es difícil a veces con uno, no me quiero ni imaginar con tres!
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 1:57 pmLo gordo es que con uno solo, yo no había vivido jamás una situación de crisis!!! pero cuando el segundo empezó a caminar, y con el genio que se gasta, empezaron los líos en casa!!! y Verás, que ahora el pequeño tiene 10 meses y está al margen… pero dentro de medio año, la cosa se va a poner movidita!
anitasuperstarr
6 octubre, 2015 at 10:59 amTodavía no estamos en ese impás pero lo estaremos dentro de nada…de momento sus lloros de racionales no tienen nada pero son su ùnica voz para expresar, así que…de razonamientos aún nada!
pd- tomo nota de lo de la comida. Seguro que con mi gordi funcionará! 😉
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 1:58 pmyaaa, son pequeños!!! yo a Gabriel no le explico nada si se enfada o llora, le cojo, le consuelo y punto… De hecho, a mi dame a tres como Gabriel y vamos, entro en fase relax, jajaja
anitasuperstarr
6 octubre, 2015 at 2:20 pmNo pidas tres más que imagínate trillizos ahora!!:O
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 2:31 pmMuero solo de pensarlo!
ana
6 octubre, 2015 at 12:18 pmLa verdad es que la teoría es preciosa…Yo según me pilla:unas veces intento razonar,y otras veces pego 4 gritos.Sé que no debo gritar,lo sé.Mis hijas tienen mil virtudes,pero como buenas aragonesas son tozudas hasta decir basta,y claro a veces la paciencia se agota un poco.
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 2:00 pmTal cual, la teoría es una cosa y la práctica bien distinta!! Y luego que cuenta mucho las edades y el tiempo que se lleven los niños… que no es lo mismo que se lleven 15 meses que dos años ni dos años que tres, hay un abismo!!!! paciencia, es lo único que hay que ejercitar!!!
mimamaviveennormandie
6 octubre, 2015 at 2:13 pmAy a mi lo de contar me cuesta eh! Eso sí, lo de distraerla sí me suele funcionar, o decirle “escucha a mamá”, “mírame“ etc
Y ya si se me va mucho de madre, la dejo estar “paso” hago otra cosa, y al principio se sube lógicamente, pero luego suele venir. Lo que está claro, es que lo de gritar a un niño nunca funciona. Y se me escapan gritos también!!
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 3:21 pmEs que hay veces que, tras intentar entretenerles o hablar con ellos, es mejor dejarles tranquilos…se les pasa solos, sin agobios.Pero efectivamente, gritar nunca sirve, yo lo he hecho y a veces aún lo hago y no soluciono nada, lo que pasa que te sale de dentro según el nivel de estrés!
Eva
6 octubre, 2015 at 3:48 pmBuenas, lo de ponerte a su altura lo leí hace algún tiempo y desde entonces lo pongo en práctica y me funciona fenomenal para calmarlo. Cuando el mio entra en fase » manada de elefantes de estampida» me pongo a su altura, le pido que hablemos e intento siempre mientras hablo con el ponerle una mano en el pecho o espalda,creo que el contacto le tranquiliza.
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 11:01 pmes que te paras a pensar y es super lógico que sean más receptivos en esas circunstancias! Y vamos, claro que les tranquiliza! es cierto que hay rabietas que no se calman con nada porque no se producen por ninguna causa externa (un juguete, comer una cosa u otra), pero en general, hay que intentar razonar con ellos!
Eva
6 octubre, 2015 at 4:25 pmPonerse a su altura es una magnífica idea!! Yo en clase que a veces tengo que gestionar más de una rabieta a la vez lo que tengo son dos instrumentos que me suelen funcionar. El primero lo tengo en el aula de infantil y es una «mesa de la paz» es una lack con una planta, un peluche y un objeto (en mi caso es un mordedor de Darío sin estrenar jajajaja aprovechando todo). Cuando un niño está muy alterado, nervioso, irascible… se va allí y se relaja mirando la planta o acariciando el peluche y cuando considera que se le ha pasado vuelve a la asamblea o a la mesa a trabajar. Si hay una pelea o algo van los dos implicados y se dan el turno de palabra pasandose el mordedor, cuando han solucionado el problema vuelven a la rutina. De momento me funciona bastante bien la verdad. Con los mayores de primaria lo que tengo es básicamente las pegatinas de colores y una tabla para llevar el recuento de días buenos y días no tan buenos para al finalizar el mes reforzar a los que mejor se hayan portado.
Con Darío aunque saca su genio a relucir de vez en cuando la técnica de la distracción es infalible.
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 11:04 pmanda!!! qué curioso!!! es que en una clase con muchos niños hay que gestionarlo así, si no es un caos!!! Y tienen que pararse a pensar en lo que han hecho y porquñe, yo lo veo fundamental! aunque a veces no entiendan algunas cosas, pero han de ir conociendo que viven en sociedad y eso implica ciertas pautas de comportamiento!
Planeando ser padres
6 octubre, 2015 at 4:44 pmAy, mi bichilla empieza la fase de rabietas y tengo que aguantarme mucho las ganas de revolcarme yo misma por el suelo o de ponerme a gritar como una loca. Como aún es pequeña lo de los castigos no funciona, así es que me centro en lo de intentar distraerla del enfado y sentarme a esperar a que se le descrucen los cables ¡qué me quedará que pasar!
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 11:05 pmEs que cuando son rabietas sin causa aparente, son difíciles de gestionar. A mí con Alfonso no me pasó hasta que empezó el cole, pero con Rafa al final del verano pasado, y embarazada de 7 meses, fue terrible!!! En fin, lo que nos queda!!
El día que llegaste
6 octubre, 2015 at 6:26 pmMuy interesante! Nosotros de momento no hemos empezado con rabietas ni berrinches pero me guardo tus consejos para el día en que lleguen! Lo de ponerse a su altura me parece muy inteligente, más de «tú a tú»! Un besito!
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 11:08 pmEs que si te paras a pensar, tiene su lógica eso de que sean más receptivos si les hablas a su altura!!! por ahora es muy peque, y oye, algunos no pasan por etapas así. Alfonso tuvo su primera rabieta con casi tres años y fue al empezar el cole…sin embargo, rafa, con 20 meses, ya le dio fuerte y tuvo una temporada malísima!!
Travesuras de una MAMÁ joven
6 octubre, 2015 at 9:48 pmPues yo he tenido miles de problemas con las rabietas incontrolables de Emmanuele pero tambièn vamos mejorando.. Que buenos tus tips, los voy a necesitar cuando Enzo sea un poquito más mayor! Yo básicamente le mando a la habitación para que se relaje y no entre en trance y cuando se calma le escucho, aunque no siempre funciona😁
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 11:15 pmEs que como se les cruce el cable, puede ser desesperante! y puede ser por la tontería más grande, como un juguete o no querer ponerse un abrigo a 0 grados!!! Hay que armarse de paciencia!!!
entremishoras
6 octubre, 2015 at 9:50 pmYo también intento calmarles o distraerles, aunque a veces se me escapan los gritos… Y avisarles con el castigo también suele funcionar… Tal vez no es la mejor opción porque obedecen por miedo, pero a veces no me queda otra…
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 11:17 pmSí, a veces resulta efectivo decirles que no van a jugar un partido o que no irán al parque si se portan mal! en principio, lo ideal es dialogar, y con uno es relativamente sencillo, pero con varios hijos, la cosa se complica bastante!
Norgwinid
6 octubre, 2015 at 10:02 pmAins, pues todo depende del día! Yo siempre me arrodillo para mirar a la Mayor a los ojos. No es ninguna tontería y suele funcionar bastante bien, igual que la distracción y (a ratos) el razonamiento o el sentido común (del tipo: pero hija, ¿no ves que si te comes seis kilos de chocolate revientas?). Sin embargo, hay días en los que nada, pero nada, nada, funciona, en lo que yo estoy más cansada de lo habitual, en los que es la enésima vez que repetido no hagas eso o deja a tu hermana y al final ¡grito! Es más: castigo: sin dibujos, normalmente. Y la Pequeñaja va a cumplir 13 meses pero ya está dejando ver un carácter de los de agarrate que vienen curvas. Miedo me da en un par de meses….
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 11:24 pmCierto, son cosas que funcionan muchas veces pero es cierto que no siempre, si no sería muy fácil esto de la maternidad! Es inevitable gritar a veces, es muy frustrante pedir cosas una y otra vez y que sigan sin hacerte caso, mientras tú además tienes que hacer otras tantas cosas, estás cansada…así que es lógico que a veces gritemos… lo importante es evitar hacerlo por sistema, porque al final ellos acabarán a gritos también!!! y ya lo que nos faltaba!
MamadeunSurvivor
6 octubre, 2015 at 11:32 pmJajaja. Yo hoy sí que he llegado a esa fase. Le he «castigado» sin parque por la tarde. Me ha dado pena pero o soy firme o me toma por el pito del sereno. Le decía: «muy mal Álvaro. Hoy no habrá parque». Al cabo de un rato venía sonriendo y me dice: «mu bien Alvaro. A parque niños». Son tremendos. Aun así, me he mantenido firme y hemos jugado en casa. A ver si ha aprendido algo y mañana no me monta rabieta por lo mismo. Pero probaré lo de ponerme a su altura. Lo que sí noto es que con las rabietas necesita brazos. Eso le suele calmar bastante…
nosoyunadramamama
6 octubre, 2015 at 11:55 pmayyyy,tremendo!!! y ya verás cuando la otra entre en juego!!!! vamos, con decirte que mientras Rafa fue un bebé, yo viví en la gloria…para que te hagas una idea!!!jajaj… Sí, con esas rabietas que aparentemente surgen por una tontería o sin causa conocida, al final lo único que pretenden es llamar nuestra atención, más mimos!!!
La madre de la naranja
7 octubre, 2015 at 6:57 amPufffff!!!!!! Respirar fuerte e intentar no ponerme histérica (y no siempre lo consigo). Pero si les tengo que hablar sí me pongo a su altura, parece que escuchan mejor. Y les digo: cuando estés tranquilo vienes… E intento pasar del que berrea.
Es complicado, el lunes por la mañana tuvimos en casa una escena bien tempranito, y cuando la cosa se sale de madre también nos pedimos perdón (empezando por mi) y nos damos un abrazo de cinco!!!! 🙂
La maternidad de Krika en Suiza
7 octubre, 2015 at 2:57 pmAy pues depende del día que tenga, si estoy tranquila hablo muuucho con ellos e intento de mil y una manera que entiendan lo que les estoy intentando explicar, siempre como muy bien apuntas, poniéndome a su altura. Otros días no puedo más y doy 4 gritos, no consigo nada y me hace sentir mucho peor, así que intento no llegar a eso. Un besito guapa.
correolacajitademusica
8 octubre, 2015 at 6:38 pmTotalmente de acuerdo, cada niño es un mundo! Yo intento explicarle bien todo (aunque confieso que alguna vez se me ha escapado un tono de voz más elevado…). Lo segundo de momento no ha hecho falta, es lo que tiene ser hijo único…
Papa Gritón
15 octubre, 2015 at 6:56 pmPues mira chica, yo les grito… y me funciona…. Ahora con recordarles que papá está a punto de enfadarse obedecen en cero coma…
Supongo que es como todo, y puede ser una herramienta bien empleada o mal empleada… y no digo que siempre la utilice bien, pero tampoco necesito ser el padre perfecto…
Eso sí, si esto es Suecia, ya estaría en la carcel….
pequeboom
17 octubre, 2015 at 11:27 pmYo a Daniela le cambio de tema y funciona!
Sofía
4 enero, 2017 at 1:28 amHola! Soy madre de cinco niños (cuatro chicas y un chico) de entre seis años y un mes y hace tiempo que te leo, me encanta tu planteamiento de relativizar los dramas 😉
Quería preguntarte ¿qué opinas sobre el bote de la calma?
He visto que hablas de distraer a los niños frente a una frustración (no poder tener un juguete que tiene un hermano, por ejemplo) y, la verdad es que yo también he usado esa técnica pero no como norma. Quiero decir que a largo plazo no les ayudará enfrentar sus problemas pensando en otra cosa o viendo cómo fluye la purpurina..
Creo que los niños deben conocer y aceptar la frustración y aprender a responder por ellos mismos… No sé. No te creas que doy una madre pedagoga que analiza todo antes de actuar… Entre otras cosas porque no me da tiempo… Jaja simplemente son ralladuras de madre. ¿qué piensas tú?
Ser madre es duro, ¿qué me ha ayudado a no estar al límite? - No soy una Drama Mamá
3 abril, 2018 at 7:30 am[…] porque, señoras, 24 horas con los niños dan lugar a una buena ida de olla y, algunas veces, a subir el tono de voz más de lo normal. No pasa nada por admitirlo, por contarlo y por sentirlo. Son niños y sus formas de actuar o de […]
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