Qué llevar al hospital o bolsa antilujuria

El otro día, una futura mamá me preguntó porqué en uno de mis post llamaba bolsa antilujuria a la bolsa de maternidad. Al ser primeriza, no quise desanimarla aunque es posible que lea este post así que lo siento por ella. Cuando vas a tener a tu primer bebé, lo preparas todo con ilusión; que si el carrito, la cuna, el cambiador… Por cierto, no hace falta decir que me parece una exageración tenerlo todo preparado varios meses antes de parir.

A lo que íbamos, a la bolsa de maternidad la denominé bolsa antilujuria después de dar a luz a mi primer hijo. No es lo mismo ver las dichosas bragas desechables en una caja bien empaquetadas que vértelas puestas. A mi entender, el período postparto es el menos favorecedor en el que me he visto y eso que tengo suerte porque mi barriga se queda en el hospital. Eso sí, puesto que la piel se ha estirado mucho, recomiendo vivamente incluir en la bolsa una faja, otro elemento de desbordante sensualidad. Y usarla el primer mes, a mí me deja la barriga como una tabla.

Las famosas y sus fajas

A las bragas desechables y la faja (opcional), hay que añadir el sujetador de lactancia, ¡madre mía, qué invento tan poco atractivo! Ese trozo de tela sin ninguna gracia, con esos enganches. En fin, es obvio que cumple su función pero nadie ha pensado en que a las mujeres nos gusta estar favorecidas la mayoría del tiempo.

A pesar de llevar todos esos elementos encima, tengo un aspecto digno recién salida del hospital

Os podéis imaginar la poca ilusión que tuve al volver a preparar la dichosa bolsa la segunda vez. Tenía muchísimas ganas de ver la cara del peque pero el postparto me daba tal pereza. En esta segunda ocasión añadí un elemento vital: Voltaren en pastillas. Como los malditos puntos de la episiotomía me habían hecho polvo en el primer postparto, fui preparada. Tuve suerte, en el segundo parto me libré de la episiotomía.

Para las que váis a dar a luz próximamente en un hospital público sólo hay que añadir vuestro neceser y zapatillas, la ropa del niño para el día que os den el alta, tarjeta sanitaria y la cartilla del embarazo. Y por favor, no os desaniméis. Si he repetido es porque ha merecido la pena y porque cualquier dolor, las ojeras, el cansancio y la faja se olvidan cuando tienes a tu niño en brazos. No hay nada igual.